EXPOSICIÓN «HOMENAJE A WASSIL IVANOFF»
1974
«La obra de Wassil Ivanoff pertenece, sin duda, al ámbito del arte, y la destreza manual que estas imágenes reflejan, la maestría con la que arroja sobre un fondo negro sus formas blancas o coloreadas, la certeza del dibujo y del propósito, no permiten dudar de ello. Sin embargo, este arte es solo un medio, ya que está al servicio de una poesía, de un pensamiento, de una visión que trascienden el mero logro estético, y revelan una profundidad singular, no reducible a ninguna otra, única. Hemos visto a Wassil Ivanoff frente a su hoja negra, tomando la tiza blanca. El manejo de ésta tenía la asombrosa rapidez de un rayo. Como el rayo ilumina repentinamente la noche y la atraviesa con sus trazos, permitiéndonos descubrir, en la duración de un instante, el paisaje más extenso, la mano de Wassil Ivanoff también revelaba sobre el fondo negro, signos y formas, sus contornos y difuminados. Estábamos ante uno de esos creadores que son, en sentido literal y figurado, vigías del día. No nos equivoquemos: esta destreza no deriva de una facilidad surgida de la costumbre. Obedece a pulsiones profundas que exterioriza, manifiesta. Aquí, todo proviene de lo interior, y lo interior sabe hacerse obedecer. Las imágenes de Wassil Ivanoff emergen del mundo que lleva dentro. Son la figuración de un universo largamente llevado, largamente meditado. Para el artista, podríamos decir, se trata de otorgar a la imagen de su visión una propiedad tanto objetiva como no objetiva, entre lo real y lo irreal, para que siempre se ofrezca entre los dos, un camino, una vía de paso en la que involucrarnos.»
Este mundo, aquí está. Aquí estamos. Ya no podemos estar en otro lugar. Mientras lo miramos, lo vivimos, y nuestra vista se convierte en vida. ¿Debemos pensar, ante tales diseños, que hemos llegado a una tierra donde los estremecimientos pronto se convirtieron en terremotos que aquí elevaron bloques, allá derrumbaron estructuras? El tamaño de los personajes, a veces presentes, nos ayuda a medir la magnitud del misterioso evento, tan minúsculos son ante estas piedras, entre estas rocas, en estos desfiladeros y cañones, en estas terrazas inesperadas. ¿Qué acto interpretan estos actores, en este escenario de crepúsculos de dioses? ¿Perfiben la abolición de algún Walhalla, debido a una falta contra los ritos y el espíritu? Sus gestos a veces indican asombro, frente a vestigios donde se descifran los fantasmas de antiguos santuarios y formas petrificadas, como erosionadas por el tiempo, se elevan como imágenes de poderes desiertos. En otros lugares, ¿no somos testigos de un génesis? Grandes formas flexibles se levantan, se enroscan alrededor de los vacíos que engendran, se entrelazan, se elevan, claras o coloreadas, en un movimiento perpetuo, monumentalmente fijadas en el espacio. A menudo dotadas de erotismo, en el sentido primario de la palabra, parecen buscar otras formas. Un misterio, quizás el más elevado, se vislumbra: el deseo del otro, el deseo de unirse al otro, la esperanza de la pareja, la abolición de distancias y contrarios en el amor. En otras palabras, la búsqueda de la unidad, la búsqueda física y metafísica, inagotada, inagotable. Libre para cada uno inventar…
El arte consiste en hacer visible lo invisible que llevamos dentro. Todo conocimiento de formas es, en verdad, un reconocimiento. Este es el papel superior de cierto arte, el de los visionarios, como Blake por ejemplo, o Monsu Desiderio, y Wassil Ivanoff. Rara vez como en sus obras se revela un «re-ubicamiento» más grande, lo inefable se convierte en expresable, y la fuente se confunde con la noche de los orígenes y la claridad de los estuarios.”
Wassil Ivanoff
Principales exposiciones
1962; 1966 – Exposición "Cosmos", SOFÍA
1958 – BUDAPEST, LONDRES
1963 – BEIRUT, CRACOVIA
1966 – LEIPZIG
1967 – BERLÍN (ESTE)
1967 – BERLÍN (OESTE)
1971 – Galerie du Soleil, GINEBRA
1972 – Hall de la Préfecture, CERGY-PONTOISE
1971 – Galerie Transposition, PARÍS
1971 – Galerie Piera, NEUILLY
1974 – Galerie Look, PARÍS
1974 – Galerie Look, PARÍS
1974 – Galerie Hexagramme, PARÍS

Visiones Celestiales
El CICLO CÓSMICO sumerge al espectador en paisajes cósmicos, cuerpos celestes y el vasto desconocido. El medio monocromático realza la sensación de profundidad e infinitud, evocando una profunda conexión con el universo. Un viaje a través del espacio y más allá, capturado en impactantes contrastes de tiza blanca sobre papel negro.
Max-Pol Fouchet
„...Reconocemos que estamos en presencia
de uno de esos creadores que,
con razón, son guardianes de la luz...“
Max-Pol Fouchet
Además del emblemático ciclo “COSMOS”, la colección Anastasov incluye más de 600 obras, entre ellas retratos poco conocidos, paisajes, naturalezas muertas, estudios de desnudos y motivos abstractos.